lunes, 26 de septiembre de 2011

Cosas que suceden en un mes de Septiembre

¡Ays! Qué rápido va Septiembre, ¿no? No he tenido tiempo de mucho… Ha sido un mes de transición, de adaptación, de vuelta a casa vuelve, a casa vuelve, vuelve a tu hogar, narananananana narananananá.

He dedicado días a sentar las bases del invierno… Algo he conseguido: algunas clases particulares para reforzar mi nivel de ingresos y algún contacto tipo “está a punto de llegar trabajo, mantente a la espera” esa espera que me desespera.

Para no desesperarme, aproveché también unos días de vacaciones… Princesa y yo nos acercamos a Asturies, a darnos una vueltecita, para perdernos literalmente en un parque natural. Fue estupendo.

Este sábado salí. Heterolandia, of course; no tengo muy claro que pasa en Aguaciudad con Bollolandia, ¿existirá? Fui con Princesa, que estaba por calentarme las neuronas y otras cosas. Me sentía súuuuper bollo. De eso que sales y dices, hoy hago estallar gaydars según pase... Algo de realidad debía de haber en mis sensaciones, porque entrando en un local escucho, “para mi la guapa y para ti la otra” (conversación chica-chico) oO Que no quiere decir que yo fuera la guapa; que Princesa iba monísima :D

¡Por cierto! Que como bollo recién descubierta, ¡yo no sé que pasa con mi gaydar! A veces creo que funciona de más… ¿No se manda a calibrar cada cierto tiempo? :D El otro día se me acercó una diosa chica (la doble de Bette Porter, pero más bajita de lo que supongo yo que mide la “original” y sport) en una estación de tren, y casi se colapsa el mío, el suyo, y el sistema informático de Renfe.

Para rematar el fin de semana, ayer cené con Princesa y Clara… ¡Son geniales! Me reí tanto… El típico momento que sabes que perteneces a un sitio… que formas parte de algo… que hay un mundo que realmente es el tuyo.

Con esta energía y buen rollo, comienzo una nueva semana. ¡Espero que la mía y la vuestra sean estupendas!

martes, 13 de septiembre de 2011

Presentaciones

Soy una impaciente por naturaleza. Me gusta llevar a cabo, lo más rápido posible, todos los planes que se me ocurren. El abrir el blog no fue distinto. La idea surgió a salto de mata, sin pensármelo mucho, como una necesidad interior... Un par de horas después, ya estaba hecho...

Entre esto y que, en estos meses, me he acostumbrado a girar entorno a un desorden/orden extraño en todos los aspectos de mi vida; me he dado cuenta de que os he ido presentando personajes de esta historia sin ton ni son, según aparecían...

A Princesa ya la conocéis, quizás el 50% de la responsabilidad de este blog la tiene ella, sin saber que existe... Es quien me escucha, quien me siente, la única que sabe el momento de transición que estoy viviendo...

Naranja, ¿la recordáis? Es mi "socia", mi compañera. Decir que somos distintas es poco. Como el día y la noche, el agua y el aceite... Pero nos toleramos, nos entendemos, nos caemos muy bien y eso, para mi, es importante.

Azul... Azul es mi hermano. Hemos crecido unidos, muy juntos. Vivimos en un mar donde, las olas, por momentos, nos alejan o nos acercan. Lo importante es que, siempre, siempre, en el punto en el que estemos, sabemos que estamos. Me conoce, lo conozco, y no podríamos vivir uno sin el otro. Lo sabe casi todo de mi; lo sé casi todo de el; da unos abrazos estupendos; es un desastre con piernas pero estupendo.

Abueliño y Abueliña... Soy súper familiar; para mi, volver a casa, cada fin de semana, es volver a un trocito de mi mundo fundamental. Las conversaciones, los abrazos, los besos, los momentos compartidos,...; son cosas que no cambiaría por nada en el mundo. Tengo la suerte de, con sus más y sus menos, tener una familia estupenda. Ellos, Abueliño y Abueliña ya son muy mayores y son el eje central que nos sostiene. A Azul y a mi nos han criado y el lazo que nos une es tremendamente fuerte.

¿Y que hay de los demás?

Papá y Mamá son mis anclas y los que me mantienen a flote; son mi hogar.

Clara es mi prima y fue mi mejor amiga desde niña. Con la que me escribía cartas encriptadas; a la que le contaba mis secretos; con la que me escapaba de Azul. En la adolescencia tuvimos alguna ida y venida. Hemos tenido la suerte de que, con el paso de los años, nos hemos recuperado. Es una persona estratégica en mi vida; la que lo tiene claro; la que me dice las cosas como son; el otro punto de vista; la de la sonrisa permanente; la que me conoce sin excusas.

Grande es otro de mis mejores amigos, además de mi primo. Es estupendo. El chico amoroso que siempre tiene un abrazo o un cariño. El que te dice que eres estupenda. El detallista que nunca olvida un cumpleaños, una fecha señalada. Me da calma.

Las niñas son mis compis de carrera; las que se han dejado la piel y las horas conmigo en Miniciudad: en la biblioteca; en noches de fiesta; en tardes de risas; en trabajos, prácticas y demás... Cuando llegó el momento de decir adiós a esa etapa, tenía miedo de perder lo que teníamos. Hoy por hoy veo que, aunque cada una sigue su vida, en lugares distintos, en momentos vitales diferentes... siempre estamos... para un café, una comida, una llamada, para una salida...

Dudas es mi compañera de piso, además de la hija de los dueños de la casa. Siempre necesita la aprobación para cualquier cosa; no se decide; sube y baja; se mueve, da mil vueltas y pregunta un millón de veces antes. Es genial. Me río un montón con ella y la echo de menos. Lleva un par de meses fuera, en una sustitución en otra ciudad. Estoy deseando que vuelva para las charlas nocturnas. Ahora, en casa, vive un chico, mmmm.... Gris Perla. Es que parece gris, pero no un gris triste, más bien un gris guay. Acaba de llegar, nos estamos conociendo... Está por casa todo el rato y me hace compañía. 

¿Veis? Mucho mejor así... Ya he puesto un poco de orden. Ahora que os los he presentado, quizás os cuente más cosas...

P.D.: No me gustan los martes 13, aunque nunca me hicieron nada. Me acaba de llamar Princesa, que sabe que me ponen nerviosa. Está teniendo un día horrible y ha dicho "no te preocupes, tu martes13, lo estoy pasando yo". Pobre... desde aquí no puedo hacer nada... La echo de menos... Si estuviera allí, por lo menos, podría abrazarla y decirle que todo va a ir bien...

lunes, 5 de septiembre de 2011

Regreso


Después de un mes de ausencia, vuelvo a casa, vengo a pintar la pantalla de otoño, vengo a tirar hojas secas por doquier, a repartir un poco de fresquito, a dejar que se intuya lo que llega. Vengo a vestir al armario de marrón.

Y, es que, todo lo que empieza se acaba y hoy comienzo a cerrar la puerta del verano. Estoy de vuelta en Miniciudad, aún tengo la piel caliente de sol y el olor a crema; la sonrisa de la buena compañía; aún tengo ojeras de las noches de poco sueño. El balance es muy positivo. He hecho muchas cosas, muy interesantes todas.

En el mes de Junio, le pedía a estos meses un verano estupendo, cambios pequeñitos y algunos más importantes y, sobre todo, muchos momentos geniales por compartir. ¿Objetivo cumplido? Si. Ha sido genial. Además, algunos cambios ya han aparecido y otros se perfilan en el horizonte.

Pero (siempre hay un pero), aunque todo ha estado muy bien, aunque han cambiado cosas, sigo siendo la misma, con los mismos miedos y la misma indecisión. Sólo quiero que, esta luz que traigo en la mochila, me acompañe durante los meses más oscuros; que me ilumine las decisiones; que me recuerde quien soy y a donde voy. Ahora no puedo permitirme desviarme del sendero mucho. Llego con ganas de luchar por todo, cargué las pilas para salir a por lo que quiero.

El otoño me gusta, aunque no es fin de año, para mi, casi lo es, siempre lo ha sido. Es volver a empezar, es un salto del sol a la humedad, de las vacaciones al trabajo o a los estudios, es el cambio más brusco que detecto en mis doce meses… Ya os contaré que tal me va…

Sonrisas,

Amora*