martes, 26 de julio de 2011

Sueño

A riesgo de parecer una pirada, os cuento el sueño más extraño o revelador que he tenido, desde hace tiempo… Princesa y yo dormíamos en la misma habitación, en camas separadas; pero, cada vez que ella decidía a aventurarse en la mía, en su cama aparecía un muñeco ensangrentado… Yo veía quien lo hacía, era como un doble etéreo (casi fantasmal) de gente de mi vida… Así, noche tras noche… Cuando ya estábamos bastante acojonadas, decidimos contárselo a Azul (mi hermano, mi ultrahipermejorhermano, el de siempre, el que se preocupa por mi, etc…) que, sin ver a los dobles, habló con ellos y los convenció de que eso no estaba bien… El súmmum del frikismo fue cuando, para arreglarlo entre dobles y reales, se montó una romería en torno a nuestra cama, con gaitas y panderetas…

¿Alguien especialista en interpretación de sueños? ¡Yo no entiendo nada! Probablemente lo entienda todo pero… Creo que esto llega a su fin… Si no me aporta lo suficiente, ¿por qué sigo empeñada en mantenerlo? ¿por qué sé que no es y no me atrevo a arriesgarme a que no sea?

martes, 19 de julio de 2011

Un poquito de mí

 * Me gusta el olor a tierra mojada.

* Me encanta disfrutar del verde-marrón de las montañas y del azul de los ríos.

* Escucho pop español y folk.

* Cuando era pequeña, mi pelo era largo; fui subiendo, subiendo hasta que la coleta pasó a la historia. Siempre quise cortarlo más, pero ¡mejor poquito a poco!

* No me gusta sacar fotos, pero me encanta verlas.

* Nunca recuerdo el nombre de los actores y directores de cine.

* Me encanta ver sonreír, sobretodo, a los niños.

* ¿Deporte? Soy un desastre… ¿Existe?

* Siempre soñé con irme de voluntaria a Perú.

* No me gusta cuando la gente se acerca demasiado, sin permiso.

* Acampar es más que un verbo para mí, huele a infancia, pero también a futuro.

* Mi manía es sacarme granos de los brazos.

* Me encanta dormir. En otra vida, quizás fuera marmota…

* De pequeña, siempre quise llevar gafas.

* Me gusta ir recogiendo según cocino… No puedo con el desorden exagerado.

* No hay nada que pague una sobremesa en casa.

* Mi color favorito es el verde.

* Me gusta conversar con las personas mayores.

* Me desespera, esperar…

* Me encantan las fresas y las cerezas, pero mi fruta favorita son las manzanas.


jueves, 14 de julio de 2011

Me paro, tomo asiento y dejo que todo lo que gira, se calme



Días en los que me siento delante del ordenador y pierdo el tiempo.

Temporada en la que necesito dedicarme a otras cosas que a las que llevo dedicándome toda la vida; tiempo de mirar hacia dentro, con dedicación exclusiva.

Tiempos para recurrir al blog como quien sale a la terraza, en un agradable atardecer de verano, para hablar con alguien que espera con una caña y te escucha.

Días en los que siento que el “parón” actual es necesario para proyectarme hacia delante como quiero; para detener la inercia que me ha traído hasta aquí y girar hacia lo que casi olvido que necesito como futuro.

Momentos para pasearme por cientos de blog, de gente como yo o tremendamente diferente, para reafirmarme que solo soy una persona más en este universo infinito; que mis preocupaciones no son más importantes que las de los demás, pero tampoco menos…

martes, 5 de julio de 2011

Princesa...

Llego a mi vida hace siete años. Venía rota en pedacitos, acababan de matar a su corazón de golpe y sin anestesia… Vestía un halo negro, un bolso de lágrimas y un gran peso que no le dejaba caminar; arrastraba sus piernas doloridas de escapar…

Escapaba hacia delante, o hacia atrás… ¡Daba igual! Buscaba con ansia un lugar donde el dolor se desvaneciera o la matara de una vez… No quería sentir… No podía respirar…

Después del primer momento, vinieron muchos, muchos meses de vacío; en los que, ahora, los recuerdos se desdibujan; en los que todo el esfuerzo, que era tremendo, lo concentraba en respirar… Inspirar, expirar, inspirar, expirar, inspirar, expirar… Solo eso; ¡tanto como eso!

Con el tiempo, con los años, a poquitos, fue recuperando la sonrisa; fue uniendo esos trocitos de cuerpo, vida y corazón… Hoy vuelve a ser Princesa, la niña que soñaba con un castillo, vestidos y corceles…

Recuerdo, que cuando llegó, yo, niña ilusa, pensé “¡Uys! Esta chica no “pega” en nuestro grupo, no tenemos nada en común. Vamos a echarle una mano, ¡pobre! Pero como vino, un día se irá; porque somos de planetas diferentes”. Ahora me río… Porque ella, además de reconstruir su corazón, se fue ganando el mío, el nuestro. Y hoy es, quizás, el eje central de nuestro grupo; y mi mejor amiga.

¿De lo otro? Cualquier día, un príncipe comprobará que le sienta estupendo un precioso zapato de cristal. Es que nadie más que ella, se merece un final de cuento de hadas… Y yo seré la invitada más feliz, sonriente e ilusionada; e iré de la mano de una morena de pelo largo, con una guitarra…

Mientras tanto, disfrutamos del momento… Las dos lo sabemos…