El inicio de Octubre ha llegado y, con él, mi "cansancio estacional". Hoy no tengo fuerzas ni ánimos para nada. Hoy recuerdo que, como cada año, con la llegada del otoño, las vitaminas se vuelven imprescindibles para continuar. El salto del verano al invierno, a mi cuerpo se le hace duro (aunque por aquí haga más calor hoy que muchos días de Agosto).
Aún así, este mes pinta bien... He comenzado las clases y, aunque me siento, de momento, como un pulpo en un garaje, ya que hacía mucho tiempo que no trabajaba con niños, las sensaciones son estupendas: el contacto, el explicar y que te entiendan, el que te hagan reír,... Además, se acerca mi cumpleaños (las celebraciones, los regalos, los momentos,...); además de algún que otro plan interesante.
Espero volver, en unos días, ¡chutada recuperada!
Besos,
amora
Ánimo, que sólo hay que acostumbrarse al cambio. Luego como nueva xd.
ResponderEliminarUn beso
El trabajo con niños, aunque cansado, es siempre vivificante. Realmente, si todos aprendiésemos de ellos, el mundo sería muy distinto. El otoño... Eso no existe ya, es un mero recuerdo de otra vida. ¿Desde cuando había días de playa en otoño? ¿Desde cuando se han visto hordas de moscas y mosquitos? Desde los últimos tres o cuatro años. Puede que el principio de curso te exija las vitaminas, pero no el otoño... Yo echo de menos esos montones de hojas secas sobre las que ir saltando haciendo ruido... Ahora, cuando las hojas caen, hay humedad y se quedan pegadas al suelo... O caen poco a poco y no se apilan como antes... El otoño, mi estación favorita, se ha dormido en los anales del tiempo.
ResponderEliminarUn beso y muchos ánimos. Y vitaminas también si te hacen falta...