jueves, 16 de junio de 2011

Caminar...

Levantarme y verme en el puente. Acostarme, y dormir en el puente. Ir a la playa en el puente. Abrazar(te) en el puente. Quedar en el puente. Salir en el puente… Y sentir el viento suave que acompaña el regato que hay bajo mis pies.

Y mirar hacia atrás y ver el pasado. Hacia delante un futuro del que aún no es el momento. Y ahora, aquí, siento que no puedo ni quiero caminar muy rápido; que hay tiempos para todo y este es “el del puente”, el de avistar el futuro, ir viendo como se vuelve más nítido mientras me acerco, pero ir por este enrejado de tablas, sin apresurarme…

Hay veces que el desasosiego me puede, porque quiero correr hacia delante; otras, en las que siento (deseo absurdo) que viviría todo el tiempo en este lugar; algunas quiero tirarme al regato y que me lleve a otro sitio; … 

Y, aunque hoy saltaría, me dejaría empapar con el agua fría, y viajaría por ese regato a un lugar desconocido; en el fondo, sé que quiero caminar despacio por él, escuchar el sonido del agua contra las piedras, sentir el ruido de las hojas de los árboles que me esperan, en la orilla, al mecerse con el viento, respirar despacito y sentir el verde en mis fosas nasales, darme el tiempo necesario paseando sobre madera para ser capaz de, únicamente, reorientar parcialmente mi camino…

2 comentarios:

  1. Todo lleva su tiempo y es necesario para que el futuro se construya con buenos cimientos.
    Si te paras a "no pensar"..sentirás que no es para tanto..y poco a poco irás disfrutando de tu puente presente.
    No hay prisa..
    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Caminar sin prisa pero sin pausa, creo que es la mejor manera de disfrutar de la vida y de ver las cosas futuras, también :)

    ResponderEliminar